La historia comenzó hace más de 3.000 años en Irlanda, un 31 de Octubre los Celtas celebraban la llegada de un nuevo año. La fiesta de Año Nuevo o Samhain duraba tres días. Este período del año era conocido por los celtas como "La época de poco sol". Por ello, Samhain también recibía el nombre de "La última cosecha" o "Final del verano".
Durante esas fechas, los celtas despedían al sol y daban la bienvenida a la oscuridad.
En la noche del 31 de octubre, las almas de los muertos regresaban a visitar sus hogares terrenales. Los celtas creían que en esa noche la ventana que separaba el mundo de los vivos y el de los muertos desaparecía. Para mantener a estas almas contentas y alejar los malos espíritus preparaban un festín, el cual lo dejaban afuera de sus casas, de esta forma las almas no realizarían ningún truco contra ellos, más bien llegan a un trato por las exquisiteces que les habían ofrecido. De ahí el conocido Trato o Truco.
Con el paso del tiempo los romanos conquistaron a los celtas, estos influenciaron el mundo céltico con sus festivales a la diosa romana de la cosecha, Pamona. Con la llegada de los cristianos estas celebraciones fueron consideradas prácticas paganas pues supuestamente se adoraba al demonio, sin embargo dentro de la religión celta nunca existió éste como tal. Con el tiempo se intentó convertir a los celtas al cristianismo transformando sus celebraciones en actos religiosos. Así el 31 de octubre se convirtió en la víspera del día de Todos los Santos (all hallow's eve) y de aquí el nombre de Halloween.
Los celtas, pese a todos los esfuerzos por cambiar sus creencias, nunca aceptaron las tradiciones cristianas y por eso todavía están vigentes las tradiciones de esta noche llena de magia, espíritus y hechizos, a los cuales el comercio ha sabido sacar el mejor provecho.
Para todos aquellas almas nocturnas que disfrutan de lo diferente:
1. Trago del vampiro 2. Sangre de muerto 3. Pócima de la bruja.
INGREDIENTES PARA LOS TRES BREBAJES
- Ron
- Zumo de piña
- Curaçao
- Whisky
- Jarabe de granadina
Preparación:
1. Trago del vampiro: En un vaso de whisky pon unos trocitos de hielo, media copa de jarabe de granadina, una cucharadita de café molido y un poco de zumo de limón. Añade un poco de agua con gas, agítalo todo bien y... ¡a beber, vampiros!
2. Sangre de muerto: No te dejes llevar por el nombre. Mezcla hielo, un poco de granadina, media copa de ron, 1/4 de copa de curaçao rojo y 3/4 de copa de vermut rojo. Agita bien toda la mezcla y bébela con una guinda y una corteza de naranja. Es la bebida preferida de los vampiros.
3. Pócima de la bruja: Mezcla en una coctelera media copita de ron, media de zumo de piña, un cuarto de curacao verde y hielo picado. Agítalo todo
*No olvides todos estos brebajes debes realizarlos cerca de la media noche en un lugar solitario y con muchas velas, recuerda beberlos antes que amanezca si no quieres morir…
No hay comentarios:
Publicar un comentario