lunes, 28 de enero de 2008

ALERTA CONCURSO


Hola amigos lectores
En pocos días estará disponible la tercera edición de la revista Km807, en la cual ofreceremos el primer concurso. Se trata de que nos envíen de la forma más creativa posible, una descripción de un minero típico de nuestra región. El estilo es libre, pueden hacerlo por medio de un poema, un relato, un dibujo, etc.
El ganador, además de ser publicado en el siguiente número, recibirá una suscripción anual de la revista, una polera y un gorro de Km807 y un regalo sorpresa de Compañía Minera Candelaria.

Los trabajos se recibirán hasta el 15 de marzo y los pueden enviar a:
columna@km807.cl
revistakm807@gmail.com

Están todos invitados

Diciembre 2007

La Leyenda de Fraga




Según el premio nacional de literatura, don Sady Zañartu Bustos, taltalino que nos leyó innumerables obras donde retrata importantes pasajes de nuestro rico imaginario atacameño; ésta fue la tentación de uno de los insignes cateadores atacameños como fue el “Pinche” González, quien junto a Marco Moreno y al Freirinense José Santos Ossa, que fueron los descubridores del Salitre. Nos dice Sady Zañartu, que el “Pinche” González, obsesionado por encontrar el derrotero de Fraga, se vino al desierto más inhóspito del mundo, donde fue encontrado muerto junto a su noble caballo, comido por los jotes pero con una moneda en el pecho, testimonio único de su osadía de aventurero. Un testimonio como éste del siglo XIX, nos hace reflexionar: Cuántas personas han escuchado sobre Fraga, Cuántas personas se han aventurado a lomo de caballo o en carreta, camioneta o en modernas motos por las arenas en busca de la mina Fraga, en cuyo socavón duermen cofres o cajones con monedas de oro o plata.

Hay acontecimientos más recientes sobre el tesoro y la leyenda de Fraga. Todos coinciden que está resguardada por el demonio y que la persona que profana esta tierra, es hombre muerto, especialmente si se lleva consigo algunas piezas o monedas de oro.

Esto le pasó a Montecinos y un grupo de amigos copiapinos, que fueron hasta el lugar, acompañados de un espiritista famoso, encontraron el tesoro pero no esperaron el tiempo correspondiente en la mina, al parecer 24 horas, período en el que se ven todo tipo de apariciones y demonios y que se debe soportar. El hecho es que se vinieron en su camioneta, salieron a la carretera en el sector de Carpa de Cuatro, casi frente al cerro El Bramador y los que presenciaron el accidente cuentan que la camioneta se fue directa al bus que venía por su lado correspondiente y quedó incrustada bajo sus ruedas. Murieron todos los ocupantes de la camioneta, los buscadores del tesoro de Fraga, unas cuantas monedas de oro fueron el testimonio endemoniado que de seguro van a servir de incentivo a futuras generaciones de buscadores de tesoros.

Extracto del relato de “La Leyenda de Fraga”, del “Imaginario de Atacama, Mitos y Leyendas” de Don Alejandro Aracena Siares, Diciembre 2006.

El Rincón del Historiador


Don Alejandro Aracena Siares, es un reconocido historiador y escritor atacameño. Oriundo de la localidad de Freirína, nació en el mineral de Capote en 1943. Ha publicado numerosas obras y su vida la ha dedicado en gran parte al estudio y rescate de la identidad regional, sin duda es una de las personas que más conoce de la historia de Atacama.

Hace algún tiempo, y en conjunto con el departamento de extensión de la Casa de la Cultura de Copiapó, tuvieron la idea de abrir un espacio donde poder ofrecer a la comunidad la oportunidad de conocer la historia de la región, así nació hace casi un año, El Rincón del Historiador.

El salón está ubicado al interior de la Casa de la Cultura de Copiapó, y aunque en un principio el proyecto debía durar un año, gracias al éxito y al valioso aporte que entrega a la comunidad y al visitante, se mantendrá en funcionamiento a lo menos, un año más.

Familias, estudiantes, turistas, profesores etc, visitan a diario el salón, donde es el propio historiador quien didácticamente narra fragmentos de la historia atacameña y está dispuesto a aclarar cualquier duda respecto a hechos históricos avalado por su experiencia y el valioso material que se encuentra en el lugar.

El salón está decorado con retratos de grandes atacameños como: Julio Aciares, Carlos María Sayago, Rosario Orrego, Rafael Torreblanca, Pedro Pablo Figueroa, Guillermo Matta Goyenechea, entre otros.

Los muebles del salón son los originales que poseía el edificio, sillas y un hermoso escritorio con el tallado del escudo de la capital regional, son ejemplos de aquello.

Cuenta también con una biblioteca de valor histórico incalculable y un televisor para enseñar material audiovisual de distintos lugares de la región.

Don Alejandro, quien también se desempeña además como Jefe de Cultura de la Municipalidad de Tierra Amarilla ofrece además paseos turísticos, el primero lo realizó cuando tenía tan sólo 12 años, donde llevó a los profesores de su escuela a conocer el sector de Puquios. Hoy son más de 40 rutas las que ofrece, todas bien definidas y de gran interés para los visitantes.

El Rincón del Historiador está disponible al público casi todos los días del año, de lunes a viernes a partir de las 17:00 horas, incluso fines de semana todo el día y se pueden reservar visitas programadas.

Si quiere saber de nuestra historia y del origen y significado de nombres como: Atacama, Paipote, Nantoco, Chamonate, Maricunga etc., visite El Rincón del Historiador y averígüelo.

Inca de Oro



Para quienes han transitado a unos 45 kilómetros al sur de Diego de Almagro, se habrán encontrado con un pequeño pueblito que pasa casi desapercibido ya que cruzarlo a unos 40 km/hr. sólo tarda unos 30 segundos y tal vez menos. Pero detenerse y recorrer sus calles, significa realizar un viaje en el tiempo y por la historia minera del país.

Inca de Oro es un pueblo minero ubicado entre los kilómetros 77 y 78 del camino 17, a unos 1800 metros sobre nivel del mar. Actualmente, su población residente es de 420 personas, más una población flotante aproximada de 100 personas que en su mayoría corresponden a trabajadores de empresas relacionadas con la minería.

La plaza, de un verde sorprendente y muy bien cuidada, es el centro neurálgico ideal para comenzar a recorrer sus enigmáticos rincones. Al norte por la avenida San Román, se encuentra el retén de carabineros donde el personal no supera los 4 uniformados. Más abajo se ubica la única posta del pueblo y frente a ella la Escuela “Emperatriz Sepúlveda Landeros”, donde estudian 47 alumnos de 1ro a 8vo básico repartidos en cuatro cursos de dos niveles cada uno.

Hoy sus calles desiertas parecen dormidas, y el silencio resalta el sonido del viento, pero la verdad, es que no siempre fue tan silencioso...

La historia se remonta a comienzos del 1900 cuando en las cercanías de la Finca de Chañaral, entre Diego de Almagro y Carrera Pinto nacía un importante centro minero aurífero llamado Cuba, recién en el año 1936 pasó a llamarse Inca de Oro, en parte para evitar confusiones con el país del mismo nombre.

Durante la bonanza del oro, llegó a ser un pueblo muy rico, y por lo aislado que se encuentra de otras ciudades, la vida en Inca de Oro fue muy especial.

Su población superó los 5000 habitantes, quienes vivieron una época maravillosa. Hoteles, un teatro, mucho comercio incluso un aeródromo propio daban fe de los buenos tiempos que allí se vivieron, gracias a las generosas leyes de mineral que se explotaban en las minas de los alrededores como: California, Rodesia, Isla, Rincón, Clementina entre otras. Muchos extranjeros como: chinos, turcos, franceses, norteamericanos, etc. llegaron por esos años.

Todo era muy alegre y se vivía un eterno ambiente de fiestas, incluso para el tiempo de la ley seca, se construyeron túneles para comerciar licores de manera ilegal.

La bohemia también tuvo su apogeo en este lugar. Salas de baile y cabarets, no descansaban para atender al minero que bajaba por turnos.

Compañías nacionales e internacionales, llegaban con sus obras y veladas para deleitar a los incanos, pero también Inca de Oro fue cuna de grandes artistas como Luis Plan y Matilde Droguett que le dieron vida propia a la bohemia de este aislado rincón del mundo.

A mediados de 1950, la actividad minera comenzó a decaer producto del agotamiento de las vetas, entregando leyes cada vez más bajas en oro. Curiosamente varias instalaciones aseguradas comenzaron a incendiarse y el pueblo paulatinamente comenzó a quedarse solo. Pero aún hay quienes se rehúsan a dejar el pueblo, como es el caso de don Alejandro Cepeda, actual Delegado Municipal quién con nostalgia nos habló de los años dorados del mineral.

Recomendados por don Alejandro, llegamos donde otro gran incano, don Fidel Arancibia, quien con iniciativa propia y mucho esfuerzo familiar, han logrado montar un valioso museo donde se puede encontrar: muebles, imágenes, herramientas y artículos de la época dorada de Inca de Oro, incluso una recreación de la habitación de doña Emperatriz Sepúlveda Landeros, profesora y ciudadana insigne de Inca de Oro, quien hasta el año 1975, educó a más de 5 generaciones.

Lamentablemente el museo abre sólo en forma esporádica ya que don Fidel no puede descuidar su trabajo y si bien la municipalidad de Diego de Almagro cubre los gastos básicos, no cuenta con personal que pueda hacerse cargo de la atención al público.

A 2 kilómetros al norte encontramos el “Centro Astronómico de Inca de Oro” que desde el 2006 se a transformado en el primer observatorio educativo de la Región de Atacama.

Sin embargo el futuro de Inca de Oro es incierto, se le ha tratado de postular para ser declarado Pueblo Típico Minero, lo cual significaría la obtención de recursos para su restauración y mantenimiento, sin embargo, algunos aseguran que bajo el pueblo hay mineral y existe clara intención de explotarlo lo que lo haría desaparecer por completo.

La Moneda

A sus 13 años Joaquín ya sabia lo duro que es la vida, de muy niño se crió en la calle. La plaza de Copiapó se convirtió en su lugar de refugio. Por las tarde se ubicaba en la entrada del restaurante frente a la plaza, “El Corvo”, donde estiraba su mano por una moneda.
Una de las veces le habló un cliente frecuente del restaurante, Joaquín quedó asombrado ya que este señor nunca ni si quiera lo había mirado, y le dice:

- Levántate y acompáñame.

Joaquín quedó con su mano estirada y mirando desconcertado a ese señor, quien siguió caminando. Al darse cuenta del estado de Joaquín, le insiste:

- Vamos niño, levántate, vamos a comer y a conversar.

Entraron juntos, se acerca un mozo a quien Don León le pide que acompañe al niño a limpiarse la cara y las manos y lo lleve a su mesa.

Pasó el tiempo, Joaquín ya era un adulto se sienta en uno de los bancos de esa plaza, pensativo, lo interrumpe las voces de unos niños:

- Papá, esta plaza es bonita - dice uno de ellos.
- Si, pero dijiste que viajamos a esta ciudad a conocer a papa Noel, ¿él está en esta plaza? – preguntó el otro.
- No hijo, solo estamos descansando.

Caminaron rumbo a una casa antigua, se presentan a la mujer que atendió la puerta.

- Él esta esperando, adelante – dice la mujer.

Se dirigen a una habitación amplia, con una cama en el centro y sobre ella un señor de avanzada edad quien al verlos entrar giro lentamente su cabeza y dice:

- Es bueno volver a verte Joaquín.
- Lo mismo digo Don León.

El señor toma un cofre de madera del velador y se lo entrega a Joaquín diciendo:

- Siempre iba al Corvo, el día que me fije en ti, metí mi mano en el bolsillo tome una moneda, pero me di cuenta que si te daba la moneda, en el fondo estaba haciendo algo para sentirme bien yo en vez de ayudarte, ahora dime, ¿crees ser un hombre pleno?
- Es lo que siempre busco.
- Muy bien, abre el cofre – mientras lo hacia, Don León le decía – eso representa mucho, hizo que ayudara desinteresadamente a muchas personas, a ti te cambio la vida, te regaló un consejo que te hizo luchar por ser un hombre pleno.

Joaquín abre el cofre, y saca de su interior la moneda que Don León no le dio ese día. Con una mirada de agradecimiento habla a sus hijos:

- Alonso, Manuel, les presento a Don León, a papá Noel.

Fm 807 Me Vale

Por: Lenks Brejcha Ávila


Con mis amigas tuvimos roces con nuestro curso en nuestro último año de
clases, asuntitos internos que no vamos a tratar aquí. (ji ji ji)
pero esos problemas no cambiaron nada con la relación de mi reducido grupito
con el resto del aula. Nosotras siempre habíamos sido diferentes a los
lugares a los que habíamos ido porque, siendo honestas, somos muy
"especiales" en relación con lo que son los jóvenes hoy ( hablando la más
vieja, ¡Ja!) No somos de ninguna tribu urbana, no hay música que nos
identifique, trago que nos anime, ni cigarro o droga que nos atraiga. Eso si lo
oye la sociedad nos diría que somos buenas chicas y si lo oyen los jóvenes
dirían que somos cínicas. En ese entonces y en esos casos nos sentimos mal
por ello además que las circunstancias nos van separando: una amiga se muda
al extranjero con su familia, otra amiga se va a Antofagasta a seguir su sueño de
estudiar historia y otra se va al gran Santiago a cumplir sus fantasías
artísticas. Ellas tienen talento y lo lograrán, y tampoco nos vamos a
olvidar aunque ya no nos veamos. (Qué cursi puedo llegar a ser a veces SNIF)

Yo me quedaré aquí tomando un camino más lento que ellas y si la soledad
vuelve a verme, pues recuerdo la situación en mi colegio al principio de
este mail. Allí a una amiga se le ocurrió cantarnos un tema para nosotras, el
primer tema elegido no encajaba mucho con nosotras. Entonces mi hermana apareció con un DVD de Maná que todavía me trae los recuerdos agridulces del 4º
medio: P
Después de eso ser distinta "me vale". Total, ya sé que no soy la única y que también lo pasé bien. ¿O no niñas? ( si es que se leen esto).

Don Julio Arredondo




Le sucedió a un amigo, con urgencia necesitaba reparar el desastre que un betún líquido había dejado en sus zapatos, y así llego a ver si un verdadero experto podría solucionar su problema. Se dirigió a la plaza de armas de Copiapó y luego de la cordial invitación de un señor de mirada serena, se sentó en el banco de la esquina. – “Amigo mío, ¿que le echó a sus zapatos?” -, -betún líquido – respondió. – “¡Cómo se le ocurre, eso no se hace ni por nada del mundo¡” - . Así comenzó una entretenida charla, entre mi amigo y don Julio Arredondo Flores.

Don Julito (81), como le llaman hoy sus amigos, nació en Santiago en 1926. Dueño de un gran talento musical heredado tal vez por su padre quien perteneció a los “Cuatro Huasos”. Comenzó a cantar y a tocar la guitarra a temprana edad, avalado por su buena voz y un reconocido prestigio como guitarrista, hizo su carrera en una época muy romántica.

Al no existir la televisión, la radio era el medio de difusión por excelencia, de esa forma en numerosas ocasiones don Julio realizó presentaciones en radios como: Radio Corporación, Radio Minería, Radio Cooperativa de Valparaíso entre otras. Trabajó además en Radio Corporación con David Acevedo, colaborando como guitarrista en un famoso programa de cantantes aficionados.

“En esos tiempos nos juntábamos 100, 200 músicos en la esquina de Alonso Ovalle con San Diego, los empresarios cuando necesitaban de nuestros servicios nos encontraban allí”- Así se formaban orquestas ocasionales y los músicos recibían propuestas para actuaciones y giras a lo largo del país.

“Celebrábamos a Santa Cecilia, recuerdo tocar el 22 de noviembre en el Caupolicán a teatro lleno”

“Nos subíamos al tren y éramos verdaderos ídolos, ¡aquí, aquí¡ decía la gente, aquí hay asiento, nos peleaban para hacerles compañía.”

“Hace 60 años que vivo aquí, soy copiapino, soy más copiapino que cualquiera”.

Fue así como hace 60 años llegó a Copiapó, aún recuerda aquella noche- “¡Estaba todo oscuro¡”- Y claro, en ese entonces no existía luz eléctrica y lo que más le llamó la atención fue la cantidad de coches que había por esos años.

Como todo buen músico interpretaba variados estilos y ritmos musicales de la época, ya sea como cantante o guitarrista de grupos “formados a la aventura”, pero su pasión fue sin duda el Tango.

Como nombre artístico utilizó el apellido materno “Julio Flores” y entre los dúos que más recuerda está el que formó con otro gran músico de aquella época, José Ávila. Ambos planeaban ir a Bolivia, pero finalmente José tuvo que viajar solo ya que don Julio se quedó en Copiapó para cumplir su servicio militar.

Posteriormente y ya radicado en forma definitiva en la región, don Julio se une a otro colega, don Carlos Ibarra quien tocaba el bandoleón, instrumento muy difícil de encontrar en la zona, y tuvieron bastante éxito como intérpretes de tango.

“En las ciudades donde estuve fui un verdadero ídolo, en Valparaíso, Calera, La Ligua, Santiago, eso se llama ser ídolo de cada pueblo, sin prensa, sin radio sin nada de eso, yo realmente sentía la música”

Don Julio inauguró, desde el gran Teatro Central, la primera radio de Copiapó, “Radio CA 121”, en transmisión con Radio Minería de Santiago.

“Tocamos en todas partes, en quintas, hoteles, en el Club Social, Club Radical, en el apogeo de los bailes de El Salvador y Potrerillos. Éramos los regalones porque siempre lo más difícil ha sido el tango”.

Por aquellos años conoció a su mujer y fue padre de 4 hijos, curiosamente ninguno heredó el talento musical.

En la década de los 70´s, con la llegada de la televisión, las fiestas con música envasada y otros cambios, hicieron que don Julio, al igual que otros músicos de la época, abandonara paulatinamente los escenarios. Así fue como Julio Flores (artista) decide dar un paso al lado para darle cabida a la juventud.

“Porque el músico no es conocido como el artista, es todo lo contrario, el músico es el artista, sin embargo el artista se lleva la gloria y la plata, no el músico”,

“el músico de antes era grande, era gran señor, no teníamos por que tocar en la calle, tocábamos por sueldo, en una quinta, en un baile o en un cabaret, después vino la era moderna que sé yo, que el rock, que acá que allá y listo, ahí me retiré”. “Después trabajé como comerciante, había trabajado en la agricultura, y hasta fui minero, y cuando el trabajo se fue complicando para los viejos, me vine a trabajar a la plaza, hace 10 años que estoy acá”

-Qué increíble su historia don Julio, apuesto a que aún toca su guitarra.-

No, ya no me gusta tocar ni cantar, me gusta oír música nomás, a veces canto pero muy a lo lejos, y sólo junto a la familia”

Días después, mi amigo volvió a saludar a don Julio y esta vez llevó con él una guitarra de madera, notó cierta incomodidad al recibirla pero luego aceptó posar para una fotografía. Las manos de don Julio comenzaron a dibujar acordes con una técnica intacta, acto seguido, y como sin darse cuenta, improvisó por escasos segundos una hermosa melodía ...

Sin duda, mi amigo aprendió mucho más que un betún líquido podría causarle daños a sus zapatos.

Hambre Attack

Por: Héctor Rodriguez


Creo que se preguntarán por qué en la edición anterior la columna se llamaba “Primero que pase por mi organismo” bueno la respuesta la sabrán algún día que compartamos historias y tenga el placer de cocinarles algo. Yendo a lo nuestro, el dato que les tengo para este mes es también una elaboración navideña muy sencilla lo que no significa que sea poco entretenida para el que la deguste. Yo llamaría a esta elaboración, “Casitas de pitufos rellenas”.

Necesitas un par de bandejas de champiñones, una pechuga de pollo, mayonesa, nueces, un poco de mantequilla y nada más.

Primero coloca en una olla a cocer la pieza de pollo, adhiérele sal a gusto, luego cuando esté lista desmenúzala, agrégale mayonesa mezclada con nueces picadas y resérvala (déjala en reposo un momento).

Segundo, lava los champiñones y sácales con la mano el tallito, esto es muy sencillo pues al tirarlo hacia un costado éste se desprende fácilmente.

Tercero rellena los champiñones con la pasta de pollo y pónlos en la bandeja del horno previamente enmantequillada, introduce la bandeja en el horno precalentado a una temperatura de más o menos 180 grados. Como la mayoría de los hornos de las casas no tienen graduación de calor, valga el dato: Si al abrir la tapa del horno éste te sorprende con un golpe de calor, estamos hablando de más de 200 grados en cambio un horno con unos 150 a 180 grados, tú lo abres y sentirás un calor soportable, el cual no deja de ser sensible, OK?. Deja tus champiñones por no más de siete minutos y sácalos. Llévalos a una fuente, clávales un mondadientes y ya están listos para que tus invitados empiecen a disfrutarlos y a preguntarte ¿qué son?...

Comunidad Viva Compañia Minera Caldelaria




“Comunidad Viva” presente en Copiapó, Tierra Amarilla y Caldera

Mineras Candelaria y Ojos del Salado impulsan la cultura

En el camino del desarrollo sustentable, Mineras Candelaria y Ojos del Salado han realizado sistemáticos aportes a lo largo de los años concentrándose, especialmente, en la cultura y la educación en las comunidades donde están insertas sus operaciones, esto es Copiapó, Tierra Amarilla y Caldera.

En este ámbito, desde 2005 ambas operaciones mineras tienen una alianza estratégica con la Municipalidad de Copiapó, que se traduce en “Copiapó, Comunidad Viva”. Se trata de un programa cultural gratuito para los vecinos de la comuna y que considera una parilla cultural de alto nivel con temporadas de teatro, danza, exposiciones plásticas y plazas culturales para niños y adultos.

Cada año, “Copiapó, Comunidad Viva” se nutre de más y mejores alternativas, implementándose en 2007 un proyecto largamente anhelado por la comunidad: el cine.

En una reacondicionada Sala de Cámara Municipal –provista de pantalla gigante y equipos de proyección traídos desde Italia-, desde fines de abril los copiapinos están disfrutando semana a semana de los mejores filmes regionales, nacionales y extranjeros. El espacio cultural también considera la proyección de ciclos de cine arte, como el Ciclo de Cine Israelí que fue apoyado por la embajada de ese país en Chile.

Entre las obras de teatro del programa 2007 destacaron “Roman Photo” de la compañía La Gran Reyneta (símil de la agrupación francesa que trajo a “La pequeña Gigante”), “The Winners” y “1907, el año de la flor negra” de la compañía La Patogallina, entre otras. Entre las presentaciones de danza destacó el prestigioso Ballet de Salta, el cual mostró lo mejor del tango y folclore argentino. En total, fueron cerca de 20 actividades culturales de calidad y gratuitas para el deleite de los copiapinos.

El programa “Copiapó, Comunidad Viva” desarrollado durante el 2006, tuvo un notable éxito con más de 8.000 espectadores, cifra que se espera aumentar este año.

Más cultura en Tierra Amarilla y Caldera

En 2006 esta misma iniciativa fue replicada por ambas mineras y la Fundación Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), lo que ha permitido beneficiar a las comunidades de Tierra Amarilla y Caldera.

El primer año se centró en la difusión de música clásica con grupos como la Orquesta de Cámara Juvenil del Liceo de Música de Copiapó y el cuarteto de cuerdas “Profesor Alfonso Gamboa”, cerrando el año con una nueva oferta cultural: el teatro que se ha extendido hasta ahora. Entre las obras destacan “Comedia Stand Up” y “Los Impotentes”, ambos montajes teatrales humorísticos protagonizados por actores de renombre en las tablas y la televisión.

Diosa De la Mineria

Por: Garza


De las canteras de Carrara

es tu mármol esculpido,

navegaste por días y por noches

buscando tú destino, aquí en Copiapó.

Diosa de la minería,

eres centenaria, sin embargo,

tu efigie no tiene edad

en la blancura de tu mármol.

Cuatro cóndores chilenos,

son tu escolta, y el Rey Neptuno,

apaga tu sed con cristalinas aguas.

Diosa de la minería…

El frío, el viento, la lluvia,

y el sol quemante del desierto,

son tu compañía.

Centenarios pimientos de cara arrugada,

con imágenes de mil facetas, están al acecho.

¡No entrará la furia del huracán

a herir a su reina!

Diosa de la minería, tu figura altiva,

es la estampa del metal y la gloria.

La Diosa Fortuna, tu amiga,

recibe las riquezas, de tus obedientes tierras

que no tienen fin.

Garza

La Estación de Copiapó


Hace más de diez años atrás, cuando estudiaba en el ETP, fuimos de visita al museo que funcionaba en la estación y esa visita me hizo entender en ese entonces, la importancia de nuestra ciudad en el desarrollo de nuestro país. Muchos jóvenes no lo saben pero Copiapó tuvo su época dorada durante el auge del mineral de Chañarcillo, cuando el mineral de plata brotaba como agua del cerro, en ese entonces Copiapó “la llevaba” y la llegada del dinero trajo consigo también la aparición de nuevas tecnologías.

La construcción de la línea férrea fue dirigida por don Guillermo Wheelwright y se comenzó en el año 1850, siendo entregada al servicio público en enero de 1852 lo que fue celebrado con una gran fiesta en toda la ciudad. La estación de Copiapó, por otro lado, fue construida posteriormente en el año 1854.

En su estreno en sociedad, la gente se vistió con sus trajes impecables para hacer el recorrido de 81 kilómetros hacia el puerto de Caldera, que en aquella época no era más que una caleta de pescadores. El viaje duraba alrededor de tres horas y pasaba por las estaciones de Monte Amargo y Toledo. El retorno se realizaba a las 5 de la tarde.

Posteriormente con el decaimiento del servicio se comenzó a realizar el viaje solamente los fines de semana, el último de estos servicios especiales se realizó en la época del ´88 y el ´89, durante el fenómeno del desierto florido. En el año 1990 la red norte fue transferida a Ferronor y posteriormente, en el año 1997 a don Andrés Pirazolli y Cía. Ltda., quien es su actual propietario.

Debe tratarse de uno de los monumentos más importantes en la historia ferroviaria del país y significó, para nuestro país y nuestra ciudad, un gran avance tecnológico durante la primera revolución industrial que vivió la humanidad. Si se piensa que en aquellos años un tren significaba un gran costo de inversión y mano de obra podríamos comprender la bonanza económica que vivía nuestra región. De hecho, la idea de un tren para Copiapó había nacido años antes, pero por falta de recursos no se realizó, así entonces don Guillermo debió formar la “Sociedad del ferrocarril Copiapó Caldera” , para conseguir los recursos, sociedad que integraban las familias más influyentes de la ciudad (entre ellos los Matta).

Don Darío Álvarez, uno de los guardias más antiguos de la estación y quien lleva 42 años como empleado ferroviario, nos permite hacer un recorrido por la estación y el museo (que actualmente no funciona como tal) para conocer el estado actual del edificio.

El piso de madera se encuentra en perfecto estado junto al área central para recepción de pasajeros y la sala de equipaje, también las dependencias administrativas, las que conservan algunos muebles y una caja fuerte de 1849 hecha en Inglaterra (vacía por cierto). Sólo los baños y algunas habitaciones están deterioradas por el paso de los años y de personas que no entienden que esto nos pertenece a todos.

Actualmente el edificio no cuenta con luz eléctrica, lo que elimina en parte el riesgo de un incendio, pero la madera de pino oregón del andén ya está sufriendo un deterioro severo y algunas partes de los muros hechos con “cemento copiapino” (barro y ramas) se han desprendido, sin embargo, don Darío conociendo el valor de este patrimonio, ha conservado el barro para que algún maestro que conozca la técnica con que se hacía este muro, la repare.

El museo en su interior posee reliquias como tornos de la época, telégrafos, fotografías y herramientas que se usaban en aquellos tiempos. También cuenta con objetos como cajetillas de cigarros, botellas y sombreros del siglo XIX.

No trabaja “solo”

Al no tener luz eléctrica, don Darío nos cuenta que se las arregla con velas y una linterna para hacer las rondas nocturnas y que muchas veces oye ruidos en las oficinas: “Cuando recién llegué a trabajar a esta estación, una noche en que conversaba con unos colegas, oímos que alguien continuaba trabajando en la oficina principal. Se podía escuchar claramente el sonido de una máquina de escribir, y mis colegas me pidieron que le fuera a avisar que ya era hora que terminara de trabajar, ya era tarde y debía descansar, pero al entrar a la oficina, con asombro pude darme cuenta que no había nadie. Mis colegas dijeron: “Se debe haber ido por la puerta trasera”. Me estaban jugando una broma ya que ellos estaban acostumbrados a ese tipo de fenómenos. Otras ocasiones he escuchado quejidos y pasos o puertas que se abren y se cierran pero como ya estoy acostumbrado, no me causa miedo. La única vez que sentí temor fue en una ocasión en que como a las 5 de la tarde hacía una ronda por el ala central y sentí que me tocaron el hombro, pensé que era mi compañero y pregunté ¿qué pasa Julio? luego me tocan la cabeza, entonces me doy vuelta y no hay nadie.”

Don Darío nos cuenta que actualmente se encuentra en reparación, La restauración de la fachada y el interior comenzó a principios de noviembre, la que durará dos meses aproximadamente con financiamiento de Ferronor. Esta restauración tiene como objetivo recuperar los espacios físicos interiores y exteriores de la estación, la idea es convertirla en un nuevo centro cultural.

El 25 de diciembre la estación cumplirá 156 años los que al parecer celebrará con un traje nuevo.

La estación de trenes de Copiapó, declarada monumento nacional el 29 de octubre de 1981, esa vieja que duerme interminablemente a su suerte y que en ocasiones despierta cuando alguna autoridad así lo permite, nos pide hace años que no nos olvidemos de ella. Tal vez los puentes de hoy caigan uno a uno, pero ella con sus más de 150 años sigue de pie y lo seguirá sólo por un tiempo más, cuando comprenda que en realidad no vale la pena seguir tratando de pedir que no la olviden. Por suerte hoy su historia comienza a cambiar...

Octubre 2007

domingo, 27 de enero de 2008

ALEXIS ESTAY – JAZZISTA



Alexis Estay C. (37), nace en Valparaíso. Con sólo dos años de edad, ya intentaba melodías en el piano vertical de su madre, y a los 17 sintió una gran atracción hacia la música fusión.

En 1988 es invitado a formar parte de las bandas “En Desfase” y posteriormente “Al fin jazz” junto a importantes músicos como el percusionista Carlos Olid y el tecladista Adolfo Araos.

Ingeniero Electrónico de la Universidad Federico Santa María, por razones de trabajo, llega en 1995 a Copiapó donde posteriormente se independiza y se radica de forma definitiva.

En 1999, como guitarrista del grupo “Motete”, graba el disco “Tributo a Atacama”. En esos años comienza a estudiar música y el lenguaje del jazz, y después de varias fórmulas concreta su actual agrupación “Triojazz” junto a Fernando Ruiz en el bajo, Marcelo Gormaz en batería y el músico de gran trayectoria, Raúl López en saxo tenor.

Su pasión por la música, su talento y disciplina lo han avalado para tocar con grandes exponentes del Jazz nacional como: Daniel Lencina Cuarteto, José Luis Arce, Christian Gálvez, Cristian Cuturrufo, Juan Caballero, Sergio Contreras, Rossana Saavedra, etc.

¿Cuáles son tus influencias?

Más que influencias escucho a: George Benson, Chalie Parker, Jimmy Hendrix, Path Metheny, Jaco Pastorius, Chick Corea, entre otros.

¿Cuáles son tus proyectos?

Como algo cercano... el 2do encuentro internacional de jazz 2008 que debería superar el de este año. Lo demás, me interesa tocar, estudiar y tocar, no me mata grabar un disco por ahora, tengo mis temas y ya llegará la hora pero no me quita el sueño.

¿Cuál es tu relación con la música?

Actualmente le dedico 3-4 horas diarias. Ahora ando en una volá super heavy estudiando la armonía frigia para en unos 20 años más ocuparla. Tomo como influencia a Mike Stern, Jhon Scofield quienes trabajan en ese modo frigio cuarta bemol donde la improvisación suena al límite de la armonía.

Cuando toco rock me divierto, pero para tocar jazz me concentro, hay que estar bien lúcido y concentrado, lo que tocan tus dedos, ya pasó antes por tu mente.

¿Cuál es tu llamado o crítica a la música en la región?

Somos pocos y deberíamos unir fuerzas, los eventos que organizo no los hago con el fin de lucrar, la idea es traer músicos , si no puedo viajar a Santiago, los traigo para acá, ese es mi lema. Ahora yo diría que la proporción en cantidad de músicos estamos súper bien con respecto a Santiago, donde para hacer jazz hay 3 o 4 locales y se acabó, poco para la cantidad de músicos que hay.

¿Y tu relación con los músicos de la región?

Acá el 98% de lo músicos me odia y el 2% me acepta, ese 2% son los músicos con los que toco.

¿Nunca dudase entre la música y la ingeniería?

No, incluso tenía un trauma con eso, pensaba que estudiar música me volvería cuadrado. Por otra parte , ¿dónde estudiaron los Lecaros?, ¿dónde estudió el Cuturrufo?, ¿el Andrés Pérez?, ninguno estudió en la Moderna ni en el Projazz, la mayoría ha tomado clases particulares y la vida misma también. La escuela no hace al músico, así de simple.

¿Y a tu hijo le prestas la guitarra?

Si, la agarra de vez en cuando y me copia la postura, al pelao chico le gusta la música, no se si va a tocar algo, yo no lo voy a obligar, pero siempre ha estado en contacto con la música desde antes que naciera. El respeta mi tiempo cuando estudio, si me ve con partituras y todo, ni se acerca, pero si estoy en la cama tocando en los comerciales ahí se me tira encima para que le toque temas de los monos animados, el hombre araña, y cosas raras.

Ficha Técnica:Guitarra Ibáñez AS 103 Japonesa Original / Cuerdas Thomastik flat 0,13 / Equipo Peavey Stereo Chorus

Hallowen

Por Carolina Cuevas

La historia comenzó hace más de 3.000 años en Irlanda, un 31 de Octubre los Celtas celebraban la llegada de un nuevo año. La fiesta de Año Nuevo o Samhain duraba tres días. Este período del año era conocido por los celtas como "La época de poco sol". Por ello, Samhain también recibía el nombre de "La última cosecha" o "Final del verano".

Durante esas fechas, los celtas despedían al sol y daban la bienvenida a la oscuridad.

En la noche del 31 de octubre, las almas de los muertos regresaban a visitar sus hogares terrenales. Los celtas creían que en esa noche la ventana que separaba el mundo de los vivos y el de los muertos desaparecía. Para mantener a estas almas contentas y alejar los malos espíritus preparaban un festín, el cual lo dejaban afuera de sus casas, de esta forma las almas no realizarían ningún truco contra ellos, más bien llegan a un trato por las exquisiteces que les habían ofrecido. De ahí el conocido Trato o Truco.

Con el paso del tiempo los romanos conquistaron a los celtas, estos influenciaron el mundo céltico con sus festivales a la diosa romana de la cosecha, Pamona. Con la llegada de los cristianos estas celebraciones fueron consideradas prácticas paganas pues supuestamente se adoraba al demonio, sin embargo dentro de la religión celta nunca existió éste como tal. Con el tiempo se intentó convertir a los celtas al cristianismo transformando sus celebraciones en actos religiosos. Así el 31 de octubre se convirtió en la víspera del día de Todos los Santos (all hallow's eve) y de aquí el nombre de Halloween.

Los celtas, pese a todos los esfuerzos por cambiar sus creencias, nunca aceptaron las tradiciones cristianas y por eso todavía están vigentes las tradiciones de esta noche llena de magia, espíritus y hechizos, a los cuales el comercio ha sabido sacar el mejor provecho.

Para todos aquellas almas nocturnas que disfrutan de lo diferente:

1. Trago del vampiro 2. Sangre de muerto 3. Pócima de la bruja.

INGREDIENTES PARA LOS TRES BREBAJES

- Ron

- Zumo de piña

- Curaçao

- Whisky

- Jarabe de granadina

Preparación:

1. Trago del vampiro: En un vaso de whisky pon unos trocitos de hielo, media copa de jarabe de granadina, una cucharadita de café molido y un poco de zumo de limón. Añade un poco de agua con gas, agítalo todo bien y... ¡a beber, vampiros!

2. Sangre de muerto: No te dejes llevar por el nombre. Mezcla hielo, un poco de granadina, media copa de ron, 1/4 de copa de curaçao rojo y 3/4 de copa de vermut rojo. Agita bien toda la mezcla y bébela con una guinda y una corteza de naranja. Es la bebida preferida de los vampiros.

3. Pócima de la bruja: Mezcla en una coctelera media copita de ron, media de zumo de piña, un cuarto de curacao verde y hielo picado. Agítalo todo

*No olvides todos estos brebajes debes realizarlos cerca de la media noche en un lugar solitario y con muchas velas, recuerda beberlos antes que amanezca si no quieres morir…

ViVa Fajardo y su vino copiapino

Uno de los productos característicos de la zona es sin duda, el vino copiapino.

Me preguntaba del origen de este noble elixir y fui a buscar las respuestas a donde las uvas queman, me refiero donde “Fajardo”.

Cámara en mano me dirigí a media mañana al callejón el Inca con calle Los Carrera donde vive don Celestino Fajardo, uno de los últimos y mas auténticos productores de vino de la región.

Estaba entre vino o chicha pero opté por el primero. Qué mejor que un litro de vino copiapino añejo para compartir con los amigos. Enseguida me ofrece un cortito de degustación va en busca de mi botella.

El lugar es muy especial, se respira a campo. Es como si la ciudad que avanza urbanizándolo todo, haya hecho a una tregua con esta estancia manteniéndola intacta con el pasar de los años.

La sala de ventas es una pieza con una única ventana con barrotes de fierro fundido, en cuyo interior se almacenan unas cuantas botellas de chicha, vino rosé, tinto y añejo.

Una banca de madera sombreada por un enorme palto y otros árboles hacen de la estadía un verdadero relajo desde donde se puede leer un letrero a modo de advertencia:

“La mujer que se emborracha con añejo copiapino es muy seria con su marido, y se ríe con el vecino”

En eso regresa don Celestino con mi vinito entre sus manos y entablamos una agradable charla.

Don Celestino Fajardo Troncoso nació en el valle de Copiapó un 21 de septiembre de 1923. Miembro de una familia minera, labor que también ejerció desde los 14 a los 17 años.

Entre los años 40 al 73 trabajo en la estación de ferrocarriles en pleno apogeo de la era de las locomotoras, desempeñándose como ferroviario maquinista de locomotoras a vapor y más adelante las diesel.

En 1944 compró la estancia donde actualmente vive y produce su vino.

Fue por el año 47 donde don Celestino o Chelo, como le dicen sus amigos, comienza a experimentar y aprender, de manera autodidacta la elaboración de la chicha y el vino.

En los comienzos su producción bordeaba los 200 litros al año. Hoy cuenta con 6 hijuelas (terrenos) las que le permiten alcanzar una producción anual de 20 mil litros, donde claramente en el mes de septiembre, las ventas se disparan al doble de el resto de

los meses.

Haciendo un poco de historia, nos cuenta que a mediados del siglo pasado, el vino que se consumía en la región y en el norte del país era traído desde el sur y a muy alto precio lo que motivó a los productores locales a entrar en el negocio.

Así nacieron las grandes producciones de don Carlos Porchile, la Hacienda Toledo, Jotabeche, entre otros, quienes más adelante, con el “boom” de la exportación de la uva paulatinamete cerraron sus viñas.

Esto dio vida por otra parte a la aparición de nuevos productores como los señores: Alberto Contreras, José Revello, Chicardini, Juan Reinueva, Pedro Ávila, Cirilo Heredia, Nacif Vichara, Oscar Troncoso, entre otros, que de forma más artesanal y en menores cantidades dieron vida a lo que hoy conocemos como el delicioso vino copiapino.

Hoy don Celestino Fajardo tiene 84 y orgulloso se siente de sus 6 hijas (todas profesionales), 13 nietos y 2 bisnietos. Es de esperar que continúen la producción como tradición familiar para seguir deleitándonos por generaciones.

Vestuario del Monumento a Juan Godoy



Por Danilo Bruna

Viajeros europeos, como el inglés Charles Darwin, el francés Claudio Gay, el polaco Ignacio Domeyko y los alemanes Mauricio Rugendas y Paul Treutler, coinciden al describir el traje de nuestros antiguos mineros, como uno de los más extraños vestuarios del siglo XIX en el mundo.

Aún más, el político argentino Domingo Faustino Sarmiento, que vivió exiliado largos años en Chile, cuenta en sus crónicas que no sólo le llamó la atención el vestuario minero, sino que también se ufanó usándolo, cuando trabajó en Chañarcillo en la década de 1840.

Rugendas y Claudio Gay, dejaron para la posteridad, sus dibujos de aquel vestuario. Otros viajeros, como el chileno Vicente Pérez Rozales, simplemente lo describieron muy bien.

Aunque muchas personas aseguran que la estatua a Juan Godoy, representa a un minero escocés, la verdad histórica nos demuestra que realmente ese era el vestuario cotidiano de los mineros chilenos, de la primera mitad del siglo XIX.

Deportes Copiapó



Por Johnny Cubillos


Con sus viejas galerías y tablones de madera, los estadios de la Primera B, sin lugar a dudas, son parte importante de la historia del fútbol chileno. En estas canchas se han vivido grandes alegrías y penas, descensos y ascensos históricos. Hoy, algunos de estos estadios, con muchas deficiencias, reciben a más espectadores que muchos equipos de segunda división, siguen escribiendo la historia de la primera B chilena.

Grandes futbolistas como Eladio Rojas, Misael Escutti, Marcelo Vega, Adán Godoy, Leonel Herrera, Osvaldo Castro entre tantos otros del fútbol profesional, han nacido en estas tierras atacameñas, y pisado estos pastos de nuestro estadio “Luís Valenzuela Hermosilla”, es por eso que en 1998 cuando la ciudad de Copiapó perdió su cupo en el fútbol profesional con el descenso de "Regional Atacama" tras una seguidilla de malas administraciones que lo llevaron a la quiebra las cosas debían cambiar, y esto fue drástico pues se constituyó la primera sociedad anónima deportiva de Chile, un 9 de marzo de 1999, llamándose "Club de Deportes Copiapó S.A."

En este contexto la institución fue permanente animadora de la competencia de tercera división, jugando las finales del año 2000 con "Unión La Calera", el 2001 con "Lota Schwager", hasta que haciéndole honor al dicho que dice que “la tercera es la vencida”, en el año 2002 venció al cuadro de "Malleco Unido" en la final de un apasionante campeonato, dejando de paso atrás la condición de amateur que por 4 años le acompaño. Aunque haya sido desde su fundación una institución mucho más profesional que tantas de las que tienen ese rótulo, y devolviéndole además por fin a la ciudad, el cupo en el fútbol profesional chileno.

El año 2003 el club compitió por primera vez en el fútbol profesional, y el debut fue soñado con una aplastante victoria 5 a 0 en calidad de visita frente al cuadro de “Deportes La Serena”. El año empezó bien, debutando como local frente a “Deportes Arica”, y derrotándolo por 4 tantos a 1. Luego la campaña se fue diluyendo, pero estando con opciones de ascender hasta 3 fechas del final de la competencia, lo cual fue muy meritorio ya que se compitió básicamente con el mismo plantel con el que se había logrado el ascenso a primera B.

Actualmente Deportes Copiapó S.A. sigue en Primera B, luchando en la competencia y estando dentro de los primeros lugares de la tabla en su mejor campaña de este año 2007 para subir de una vez por todas a la serie de honor del fútbol profesional chileno, y así volver a soñar y poder revivir todos los Copiapinos ese momento inolvidable de 1993, cuando nuestro querido y recordado ya desaparecido Regional Atacama subió a primera división, volviéndose todos a las calles a festejar muy felices en caravanas; la ilusión está ahí, a un paso….¡¡VAMOS COPIAPINOS!!

Parque el Pretil



Por si no lo sabía, Pretil significa muro pequeño o barandilla que se coloca en puentes y otros lugares altos para evitar las caídas, ahora bien, a qué se debe el nombre de este parque en realidad no tengo idea, solo sé que en mi infancia solía ir con mis amigos a explorar sus recovecos cuando aún era un lugar alejado de la mano del hombre. Hoy en día su infraestructura ha mejorado bastante y se ha convertido en el pulmón verde de la ciudad con sus 12.000 metros cuadrados de superficie, además sirve a la comunidad como lugar de recreación y terapias para niños con síndrome de down o problemas de aprendizaje...

Hace algunos años ya, se realizó en el Pretil una importante inversión a través del municipio copiapino y en la que se mejoraron las instalaciones, se construyó una media luna para rodeos, una pequeña laguna, establos, una pérgola, juegos infantiles y tal vez la atracción más visitada: el zoológico. Esta última cuenta con una variedad de especies nativas de la región como guanacos, pumas, zorros y aguiluchos además de especies exóticas como muflones, monos, ovejas somalíes, ciervos rojos, chinchillas,

El parque el Pretil también en muchas ocasiones se transforma en un lugar ideal para realizar un asado junto a la familia o los amigos, eventos recreativos o culturales de colegios y liceos. Desde hace varios años es utilizado también para la celebración de efemérides. Conciertos de rock juveniles y Fiestas Patrias llenan de vida el lugar y lo convierten en un gran panorama durante los días de septiembre, lo que ya es una tradición de cada año. Fondas y ramadas, cueca y vino se reúnen en la celebración de nuestro aniversario patrio. Los permisos para realizar actividades de carácter masivo deben solicitarse a la Municipalidad de Copiapó.

ficha técnica:

Entrada Liberada

abierto de 8 de la mañana a 6 de la tarde toda la semana y el año completo.

Áreas para picnic, baños, canchas de fútbol, bicicross, baby fútbol y basketball.

Hambre Attack

Por Héctor Rodriguez

Siempre que tenemos un carrete nos nace la necesidad de aportar con algo, algunos tocan la guitarra, otros cantan, otros simplemente dan jugo, pero que más da, eso es un carrete. Mi forma de aportar en un carrete es tratando de que la tertulia siga, y para que siga, que más sano que alimentar a los tertulianos con un poco más de energía para que la cosa no acabe.

La columna que leen no pretende más que entregar ciertos datos y experiencias que ojalá ayuden a desligarse de la fomedad de reuniones con bolsas de papas y todos esos snacks que tienden a ser monótonos y en definitiva, fomes.

Ya se darán cuenta que la cocina es una cosa que nace de la imaginación de un ser que quiso hacer algo distinto, de mezclar y de fusionar las ideas que afloran en su mente, es algo que inexplicablemente nace y más cuando uno se encuentra con personas que quiere, como suele suceder en los carretes ya que la cocina definitivamente es un acto de amor.

La siguiente receta es muy simple, y cualquier mortal con una pechuga de pollo, una sartén, una marraqueta añeja, un poco de harina y dos huevos (de gallina) la puede elaborar.

Primero; desmenuza la pechuga y corta la carne en dados, agrégale sal y pimienta a gusto.

Segundo; mezcla bien los trozos de pollo con el huevo medianamente batido para luego pasarlos por la harina.

Tercero; raya el pan, e introduce el pollo mezclado con el huevo y la harina, asegúrate que el pan esté bien adherido al pollo (esto lo sabrás si tomas un trozo, lo agitas y el pan no se desprende).

Luego en una sartén con aceite bien caliente (esto quiere decir que si al posar tu mano a unos dos centímetros sobre la sartén tú no puedes mantenerla ahí más de 5 segundos) sumerge los trozos de pollo y sácalos cuando estén dorados.

Pónlos en tu mejor fuente y ya están listos para servir.

Ahora si quieres incrementar el sabor de tu elaboración, mezcla un poco de mayonesa con el ingrediente que mejor te plazca. Como ideas puede ser: un poco de ciboullet picado, con merkén, con maní triturado; con coco rayado, la cosa es que tenga algo de ti. Inventa, y después me das la receta, ¿ok?

Ya se daran cuenta que la cocina es una cosa que nace de la imaginación de un ser que quiso hacer algo distinto, de mezclar y de fusionar las ideas que afloran en su mente

Club de Campo Alliyay


En el kilómetro 833 en la ruta entre Copiapó y Caldera, se encuentra un lugar de ensueño, me refiero al “Club de Campo Alliyay”,un oasis en el desierto cuyo nombre significa en vocablo quechua “que goza de buena salud”.

En sus seis hectáreas, cuenta con varias alternativas de esparcimiento y recreación para satisfacer a sus visitantes por más exigentes que sean. Un paraíso verde donde es posible conectarse con la naturaleza disfrutando de todas las comodidades.

Dispone de amplias y seguras piscinas para adultos y niños, un enorme prado con varias pérgolas independientes y equipadas para asado y gozar de una grata convivencia.

Para los niños, ir de cabalgata o recorrer el lugar, es toda una aventura ya que podrán estar cerca de avestruces, caballos, pavos reales, entre otros simpáticos representantes de nuestra fauna.

Para reuniones empresariales como congresos o seminarios, dispone de un Salón Auditorium con capacidad para 350 personas que cuenta con equipos audiovisuales de primer nivel.

El amplio restaurante, cuidadosamente decorado con motivos de nuestro campo, ofrece variados platos nacionales e internacionales.

La atención es personalizada tanto en el restaurante como en el bar “Allpa-Kalu”, donde se pueden degustar exquisitos tragos mientras se disfruta de una maravillosa vista del club.

Para una estadía más larga y disfrutar de todos los atractivos de este vergel, el club cuenta con confortables cabañas familiares, de arquitectura y decoración acorde al entorno, con capacidad para 2 a 6 personas. Todas completamente equipadas con cómodas terrazas para disfrutar del paisaje, baño privado y televisión satelital.

Llama la atención que aunque todo parece natural está perfectamente pensado para acoger a los visitantes ofreciendo las más variadas alternativas de recreación para toda la familia.

La única advertencia que le podemos hacer a los visitantes es que seguramente no van a querer volver a sus casas en un largo tiempo, porque el Club de Campo Alliyay, realmente encanta!!!

Horario de Atención: El parque esta abierto de lunes a domingo desde las 8:00 hasta las 20:00 hrs. Las cabañas las 24 horas todos los días del año.